viernes, 26 de octubre de 2007

EL INADI SE DISPONE A ANALIZAR EL CASO DEL ALBAÑIL TRAVESTI

FUENTE: DIARIO LA CAPITAL Alcides, alias Silvina, se mostró ayer deprimido. Ya se labran actuaciones en la Secretaría de Trabajo

El Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi) espera que su delegación de Rosario le envíe las actuaciones sobre el caso del albañil de 22 años que asegura haber perdido el empleo por su condición de travesti. Desde el entorno del joven confirmaron que siguen adelante para ratificar lo que consideran un caso claro de "discriminación por elección sexual"."Hicimos la denuncia en la Defensoría del Pueblo, en la Secretaría de Trabajo y enviamos telegramas al responsable de la empresa", enumeró Lali, un travesti que albergó a Alcides Dante Waldemar Saravia, cuando un mes atrás llegó a San Lorenzo con la compañía constructora en la que trabajaba. Según el joven, en ese mismo ámbito laboral le habrían dicho "no queremos putos en la obra", lo que tomó como punto final de la relación contractual de la que, por otra parte, no existen registros."La verdad que no esperábamos que el caso tuviera semejante trascendencia", relató Lali en medio de una jornada trajinada entre trámites y reportajes. Además, dijo que Alcides, que se asume como Silvina cuando se traviste, ayer estuvo deprimido, aunque contenido y con el apoyo de sus compañeras. "No quiere volver a trabajar en esa obra, dice que no va a poder convivir con sus compañeros que ayer lo llamaron para reprocharle la difusión del caso", explicó."Nosotras la contenemos, la apoyamos porque formamos parte de esto, compartimos la angustia; Silvina es más tímida y el empujoncito que le dimos para hacer la denuncia le sirvió de mucho", describió Lali, que ayer actuó como portavoz del joven albañil. También dijo que las discriminaciones no son actitudes nuevas para ellas y que tuvieron que luchar durante un largo tiempo. "Ahora acá en San Lorenzo no nos molestan, eso hay que reconocerlo", sostuvo.La relación de Lali con Alcides fue casual, a través de conocidos en común, pero sirvió para que le dieran albergue mientras trabajaba en la obra en esa localidad. "El día en que la insultaron ella llegó llorando, no quería dejar su trabajo que le permite mantener a su familia", remarcó Lali y dijo que recibieron "mucho apoyo" por parte de los organismos de derechos humanos y de la gente. "¡Qué bien chicas!", dicen que les dijeron y aseguró que Alcides cumplía con su trabajo.

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